Cuando en diciembre de 2012 les remitía a Rosana Alonso y Manu Espada tres microrrelatos inéditos, con la ilusión de ser uno de los autores del proyecto que ellos abanderaban en la Editorial Talentura y que acabó convirtiéndose en una antología de referencia para el género, no hubiese podido imaginar que uno de ellos acabaría tan lejos.
Confesaré, también, que «Envés» era –de los micros que envié– el que más dudas me generaba en cuanto a sus posibilidades de selección. Unas dudas que, además, eran compartidas por uno de mis lectores de confianza –uno de esos cómplices que leen todo lo que tecleo antes de hacerlo público–. A este (camarero, maestro y tejedor de redes), esa pieza en concreto no acababa de encantarle.
Al final, en mayo de 2013, por decisión de Rosana y Manu, «Envés acabó colándose en la página 115 de «deantología la logia del microrrelato». Pocos meses después Pablo Zaera Silvar no puso objeción alguna para que lo incluyeramos en «Verde como el Hielo» y ahí podéis encontrarlo, en la página 92.
Ahora bien, la sorpresa mayúscula me llegó esta primavera al recibir un correo, de una remitente desconocida, en el que se me preguntaba por mi disponibilidad para ver publicada una traducción de «Envés» al polaco, en una revista mensual con una tirada de setenta mil ejemplares. Podéis imaginaros cuánto tardé en responderle.
Ayer me llegaron, por correo postal, dos ejemplares de la edición de septiembre de la revista «charaktery» y allí, en la página 117, bajo el título «LEWA STRONA», me encontré con la traducción que Agata Draus-Koblucka –aquella remitente desconocida– hizo de mi micro.
Reitero aquí lo que ayer expresé públicamente al respecto de esta experiencia.
Leer mis microrrelatos en una lengua distinta al castellano sigue arrancándome una sonrisa tonta y si a ello le añadimos el que no sea capaz de entender ni una palabra de lo que leo, la misma sonrisa adquiere un sesgo de perplejidad.
Me gustaría dejar constancia de mi gratitud eterna a Agata Helena Draus-Kłobucka, mi traductora, responsable de haberle propuesto la publicación del micro al Comité Editorial de la revista.
Por último, quiero dedicarle esta alegría a Lukas, que está a punto de llegar y que –me gustaría creer– algún día podrá leerme en polaco y en español.
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