Hoy celebró el vigésimo aniversario de su incorporación a la empresa. Le corresponden, por ello, dos pagas extraordinarias y una insignia de plata que le entregarán los jefes, en cuanto dispongan de un hueco en su agenda para invitarle a una comida informal.
Ciñéndose a la tradición establecida, al final de la jornada invitó a sus compañeros de la oficina con pasteles y el mejor cava que logró encontrar en el supermercado del barrio.
Aunque el brindis se prolongó más de lo habitual, no se distrajo de su rutina diaria y antes de marcharse, como cada tarde, añadió una nueva razón a la carta de dimisión que, con incuria poética, escribe desde hace diecinueve años y trescientos sesenta y cuatro días.
[Imagen obtenida de Google - Hombre escribiendo en un bar de Miguel Ruibal]
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23 comentarios:
Relato que deja ese sabor de indecisión que sufre su personaje pero que sin embargo no su autor.
Blogsaludos
Joer, me siento identificada, y eso que soy tan burra que siempre me he ido de las empresas en las que he trabajado diciendo lo que pensaba. Tu micro me ha recordado una película que vi hace poco y que está bastante bien: "Cuestión de principios".
Muy bueno y didáctico. Metódico y crítico, pero cobarde. Me gustan tus micros D. Pedro, no los dejes en tu cabeza.
Muy bueno. Da penita, el prota!!!
Más que una carta de dimisión debe ser una novela o una declaración de principios. Me gusta esa incertidumbre que muestra el personaje, el dejarse llevar y la reveldía de su fuero interno, aunque no sea capaz de materializarla ¿o sí?
b7s
L;)
Hola, Pedro: Leí un comentario tuyo en la Internacional Microcuentista. Gracias al link llegué hasta aquí. Te enlacé desde mi blog para venir a leerte por vía más directa.
Un abrazo,
PABLO GONZ
Ojito con la palabra de verificación que me sale:
psyco
Tal vez todos, en algún momento de nuestra vida, hemos estado escribiendo esa carta, Pedro. A un jefe, a un familiar, a un recuerdo.
Besos!
Quién hace 20 años por ahí a tu vera en esta nuestra Entidad? ... ya sabes, Wendy morirá necesariamente de curiosidad... ;))
Hola Pedro! Encontré tu blog, y tenía curiosidad por ver cómo escribías, soy Helena, la pesada que se pasa por tu casa en agosto :)
Estoy con Raquel, muy bueno y me da penita ese prota.
Dale, Pedro que esto de los micros se te da.
Besitos
Qué bien clasificado lo tiene todo!
Parece el tipo de persona que separa mucho las cosas.
Yo podré escribirle esa carta a mi profe de Lengua? Porque se la daba más deprisa que corriendo jaja
Todos queremos escribirle éso a alguien, creo yo
Hola Pedro!. No sabía en cuál de los post dejarte un comentario, me decidí por éste por ser el más reciente. Sin Palabras!. Me ha encantado, genial.
un saludo.
Muy bueno, desde luego, tu protagonista es un personaje de lo más indeciso, como esas parejas que no se atreven a cortar y acaban su vida juntos, pero con el trabajo.
Ummm, una segunda parte para saber por qué el personaje continúa en su puesto...
¡Saludos!
Bueno, muy bueno, desde el 1ºdía ya deseaba marchar. Pensaba que era la única que se cansaba pronto de las situaciones pero pese a estar siempre en un tris de largar, aguanta y aguanta.
Con el tiempo que tiene el relato no ha perdido nada. Me pregunto si ahora conservará el trabajo, con esta crisis.
Un abrazo
Excelente, como todos los tuyos. Ya me dirás en qué empresa ejemplar trabaja ese hombre,con homenaje por los veinte años de servicios. En la mayoría, mientras el hombre sigue añadiendo razones para un escrito de dimisión que no llega a entregar, los jefes ya le habrían despedido, sin darle oportunidad de añadir otra más. Te mereces que lo publiquen en "Un cuento al día" y en cualquier otro sitio.
GRANDE. Retrata con precisión el perfil de empleado víctima que buscan las empresas.
La verdadera historia de vampiros contemporánea. No el Drácula de la fantasía quien se nutre de la sangre de las vírgenes.
Solo pienso en castigarme, fustigarme.... Cómo es posible que a mi se me pasase este micro tuyo, Pedro. IMperdonable, imperdonable.
Eso sí, SUBLIME, como siempre, Don Pedro, como siempre.
Enhorabuena
Miguel
Vale Ya sé que me vas a decir que es una difícil pregunta pero ...¿de dónde sacaste la ilustración del micro?. No consigo ver el nombre, se ve todo borroso.
Gracias ;).
nada que criticar, pobre hombre, no tiene agallas para vivir de otra forma y está bien, es su vida y que haga lo que quiera
muy buen corto
un abrazo
Cómo lo entiendo al pobre. Cobarde, sí, pero rebelde y lúcido tu protagonista, y muy adecuadas tus palabras para sugerir tanto en tan poco espacio.
Muy bueno, Pedro.
Un abrazo.
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